Que yo conozco la mejor de sus sonrisas, la que se le puso hace poco más de 40 horas cuando su querido Real Madrid se alzaba con la copa del Rey y se cuando está feliz sin que me lo cuente pero también cuando las cosas no van bien, cuando necesita que le achuchen o le hagan sentir el más bonito del mundo y ahí, entro yo, con más ganas que ninguna, para demostrarle, que hay cosas que van más allá de unas simples palabras, que las palabras al fin y al cabo, se las lleva el viento y los hechos, son los que por mucho que pase, siempre recordaremos y yo quiero que tú siempre me recuerdes, por eso aunque yo sea de pocas palabras, últimamente me estoy mostrando mucho contigo y hasta soy capaz de decirte lo muchísimo que te quiero, porque creo que te lo mereces.
Que conozco la cara que tienes para cada ocasión, aunque me queda mucho que aprender a tu lado todavía, que con una mirada soy capaz de entender que me quieres matar o que simplemente necesitas unos besos, otra copa o una llamada al llegar a casa. Que hasta puedo apostar en ocasiones que se lo que pasa por tu cabezota, esa que tienes casi tan grande como la mía y que tantas alegrías me da, cuando de vez en cuando me echa de menos y me lo dice o que en cambio se hace la “durita” y me lo niega aunque sé que si que lo haces, pero también sé que te gusta verme un pelín enfadada y que te pise la cafe aunque “te lleve a los demonios” como tantas cosas que hago, pero así soy yo, con mis escasas virtudes y mis múltiples defectos, pero siempre dispuesta a hacer lo que esté en mi mano y un pelín más si se trata de ti y de tu sonrisa.
